- Origen:
- Raza: Humano
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Personalidad
- Motivaciones:
- Miedos: .
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Orígenes
- Padres:
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Afiliaciones
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- Afiliación:
Posesiones relevantes
Biografía
- Muchas dagas
Biografía
Francisco Hernández de Córdoba nació en Toledo. Su familia es de clase media-alta, por lo que nunca tuvo carencias en su infancia. Su padre, José Alonso Hernández, es un experto artesano, especializado en la forja del metal y en la producción de armas de calidad. Su madre, doña Inés Quiroga, es una mujer hermosa y una esforzada ama de casa lo crió a él y a su hermana con amor y una profunda creencia en los valores más altos de la sociedad toledana, lo que no sólo se manifestó en el gran compromiso social de Francisco, sino en su profundo sentido nacionalista.
La actividad de José Alonso tuvo una gran influencia en su hijo desde los primeros años de su vida, lo que se manifestó en el gusto que éste desarrollo por las armas blancas. Era frecuente ver al pequeño Francisco jugar con ellas, incluso antes de que el pequeño diera sus primeros pasos. Con el tiempo, Francisco se hizo diestro en su uso, y era común que hiciera alardes de habilidad frente a sus amigos, los que frecuentemente quedaban impresionados por las demostraciones, especialmente cuando usaba dagas. Poco a poco más gente se fue congregando en aquellas reuniones hasta que la habilidad de Francisco se hizo bien conocida en aquella localidad. Algunos lo comparaban con el célebre Abraham Gray, un pirata que asoló dichas tierras durante el siglo pasado, conocido por su locuacidad, carisma y habilidad para matar a adversarios completamente equipados y armados sólo con su par de dagas. Finalmente, todos terminaron llamándolo así, Gray, lo que por supuesto llenaba de orgullo al joven.
A los 15 años, Gray se unió al ejército motivado por el profundo amor que sentía por Toledo y sus habitantes, aunque no era una persona belicosa ni le atraía la violencia. De todas maneras, su habilidad innata en el uso de las armas era evidente y su capacidad para aprender parecía no tener límites, lo que sorprendió a sus superiores. A pesar de tener estas destrezas, Gray nunca participó en misiones que involucraran el uso de sus habilidades contra otras personas, sino que siendo relativamente nuevo en el ejército, se dedicó la mayor parte del tiempo a entrenar lo básico y realizar pequeñas misiones de carácter cotidiano. El dinero que recibía como pago por sus servicios lo repartía entre ayuda a desvalidos y necesitados y su propia familia, a pesar de que sus padres insistían que no era necesario dicho gesto.
No mucho tiempo después, Gray conoció a una muchacha, de nombre María Vásquez de Ayllón, que frecuentemente realizaba misiones de caridad al igual que él, junto a otros jóvenes. Una hermosa relación nació entre ellos y al cabo de un tiempo se comprometieron y fijaron la fecha de la boda.
Cuando faltaban sólo 3 días para que el plazo se cumpliera, explotó la invasión Muslim en Hispalia. Gray, rápidamente consiguió un refugio seguro para su familia y la de su novia, lejos de Toledo y les prometió que liberaría cuanto antes a su tierra de la opresión. Se despidió de María, jurando que apenas todo esto terminara, se casarían y formarían una familia en una tierra próspera y segura, como solía ser Toledo.
Gray volvió al ejército y pronto fue enviado al campo de batalla. Aunque era un genio en el uso de las dagas, jamás las había lanzado a blancos vivos y en medio de el primer combate de su vida, el miedo se apoderó de él. La situación ahí era un caos: hispalianos y muslims a su alrededor se batían en un huracán de acero y sangre, todo era confuso, muy distinto de lo que había imaginado durante su entrenamiento. Incapaz de atacar y moviéndose torpemente, pronto fue herido por un golpe enemigo. El miedo a la muerte lo invadió, se sintió en un sueño del cual no podía despertar y entró en pánico. Corrió, se alejó tan rápido como pudo de ahí, dejando a sus camaradas, quienes habían horas antes depositado su confianza en él, a su merced. Mientras se alejaba recibió otro ataque, a pesar de lo cual pudo escapar sólo con heridas menores. Se alejo del lugar. Tiempo después se enteró de que todos sus los hispalianos que participaron en aquella batalla habían muerto. Las tropas toledanas fueron arrasadas no sólo allí, sino que en todos los rincones de la ciudad, la que pronto fue controlada por los invasores. Gray lloró desconsoladamente por sus compañeros y se lamentó por ser tan cobarde.
Guiado por el arrepentimiento y los ánimos de revancha, pronto Gray se unió a la rebelión. Esta vez estaba determinado a no dudar y acabar con los muslims invasores y así lo hizo. No pasó mucho tiempo antes de que tuviera una oportunidad de probar sus habilidades por primera vez, pues junto a un puñado de rebeldes se dirigieron a una zona clave que providencialmente estaba pobremente resguardada por dos muslims. Los rebeldes destruyeron a sus enemigos brutalmente dándole Gray el golpe de gracia a uno de ellos con un certero ataque que perforó su corazón. Aunque su conciencia le molestó en los días siguientes, poco a poco se fue acostumbrando a matar hasta que se convirtió en algo natural, amparado en su interior por sus motivos (que el consideraba justos). Este tipo de combates hizo que progresara mucho más rápido que con su entrenamientos y juegos. Pronto, descubrió los puntos más vulnerables de sus enemigos y sus golpes se hicieron más letales día a día.
por Yussef"
y este loco de las muchas dagas quien es???? xD
ResponderEliminarpersonaje de la campaña Gestalt, conocido héroe de la última batalla por Hispalis
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