domingo, 13 de marzo de 2016
El retorno a Eis
Acción y reacción, todo en perfecta sincronía, así es el universo.... Y si es que acaso no llegara a lograrlo, buscará interminablemente una forma de hacerlo.
Tras la batalla con el Cthulu y el festín del combate, el círculo de fuego y sus miembros vuelven al plano material junto a su fortaleza. Al regresar se percatan del estado actual del continente y sus miembros toman diversas acciones respecto a lo ocurrido. Grokknar ayuda financiera y materialmente a la gente en problemas, expandiendo su buen nombre y la obra del círculo. Dansk viaja a Agatthea para ver su estado y luego a su pueblo natal, sin notar grandes problemas. Iltame regresa a su hábitat en donde ve que su presencia se ha expandido y el entorno la reconoce como ama y señora del lugar. Therion... bueno, el descansa.
Todos los miembros importantes del círculo son avisados de que una ilustre visita ha solicitado audiencia por lo que se reúnen en un concilio para recibirlo. Dicha visita es Frost, el antiguo revolucionario y ex regente del continente helado, Eis, quien acompañado por sus dos guardias, Murgur y Mamoth, solicita la visita del círculo de fuego a modo de agradecerles por lo realizado en aquel continente hace varios años y para solicitarles ayuda con una amenaza que ha surgido y respecto a la cual no puede dar muchos detalles. El círculo tiene sus sospechas, principalmente Grokknar y también Therion, pero solventadas estas a través de unas pruebas mágicas, deciden partir con el grupo hacia el continente.
Frost les explica que esto lo harán a través de una magia de anclaje en un punto, ya que las condiciones del continente la magia hacia ese lugar es volátil y solo a través de un ritual se pueden trasladar. Un circulo mágico y un carruaje extraño son el medio para transportarse a la ciudad pesquera de Pingu, en al cual el grupo estuvo anteriormente. aparecen sobre un tejado en el cual pueden dar un largo vistazo a la ciudad. Una vez ahí, suben al carruaje impulsado por magia y se mueven rumbo a la capital de Eis.
Hacen una parada en una antigua ciudad minera de camino a Eis, la cual tiene la peculiar forma de un crater ovalado en la cual se encuentra ubicado el poblado. Ahí paran por un almuerzo en el cual prueban la cocina local y descansan, para en la tarde dirigirse a una de las mansiones de Frost.
En dicha mansión y ya en un entorno controlado, Frost les explica las razones para trasladarse al lugar y solicitar la ayuda del círculo. Un pergamino, en que se narra la historia de un soldado, en el cual se marco en su cuerpo la palabra "Therion" por un demonio poderoso llamado Ijarh es una inquietante primera pista, más aún al enterarse que el antiguo drakuliano Schmerz fue quien hizo el interrogatorio al ex soldado y que se encuentra vivo y recluido en el lugar. La segunda inquietante evidencia es el testimonio de Murgur y un extraño objeto con forma de piedra roja al cual denominan el ojo del demonio. Murgur hace una sangrienta demostración en que se clava la mano y hace contacto con el objeto y su sangre, para posteriormente al verse siendo poseído por la misma procede a suicidarse con sus dagas. Según su testimonio, un demonio las cargaba y fue este suicidio lo que le permitió, salvarse de lo que aparenta ser una posesión demoníaca. Finalmente, un tercer alarmante indicio de problemas, se debe a la disminución progresiva de ataques durante los primeros meses por parte de las fuerzas demoníacas, junto a la concentración de poder mágico en una zona central de la zona de los demonios en la cual se piensa está su base principal.
El grupo, inquieto por la roca roja decide llevar a cabo el experimento con Grokknar para determinar si los puede afectar en un ambiente más o menos controlado en que rodean al monje. La roca intenta poseerlo y este hace increíbles esfuerzos por resistirse a través de reiterados intentos de suicidio, hasta que Therion decide que es el momento de ponerle fin y concluyendo que todos pueden estar expuestos ante tamaño objeto. Una vez resucitado Grokknar el grupo decide descansar para dirigirse a la capital, ya que el augurio de Gabriel orientaba a dirigirse hacia allá.
En la capital, son recibidos por un discurso del gran Maroy Iliscant, Presidente de Eis, quien agradece al Círculo por sus servicios prestados y los reconoce como amigos del reino. Sus palabras son seguidas por los vítores de los ciudadanos y tras eso el grupo se dirige al salón real para entrevistarse con Iliscant.
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Ningun muerto... Queremos SANGRE!
ResponderEliminarHubo sangre y muertos xD
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